Una vez traspasada la valla de entrada nos empezamos a encontrar con gente vestida de las más variopintas maneras. La verdad es que los que íbamos "normal" eramos los menos. Cuero, torsos desnudos, corpiños, faldas minúsculas... Hasta que apareció el primer paisano con el arma desenfundada. A partir de ese momento aquello parecía el de un gimnasio español, en el que todo el mundo anda como Dios le trajo al mundo sin preocuparse lo más mínimo del vecino (también aquí se comparta de otra manera en los vestuarios, más púdica).
Allí había de todo y eso que eran las once de la mañana: latigazos, nalgadas... felaciones en vivo y en directo. En fin... un espectáculo para los amantes de las novedades. La verdad supongo que tengo que liberar un poco la mente todavía porque hay ciertas cosas que me siguen produciendo algo de aprensión.
El próximo año, Folson Street Fair 2008 celebrará el 25 aniversario de la fiesta. Creo que yo pasaré del tema...
1 comentario:
ME GUSTA MUCHO TU BLOG PERO SE MENOS PURITANO HOMBRE, QUE PARECES YA DEMASIADO AMERICANO.
UN VALENCIANO
JAVI
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